lunes, 28 de septiembre de 2015

La decisión de cambiar

Alguna vez te has despertado y te has puesto a pensar en el día que se viene: todo lo que tenemos que hacer, entre el trabajo, la casa, los hijos, trámites, trámites y más trámites. Pareciera que el mundo se cae sobre nuestros hombros. 

Pero en un instante, se toma una decisión. Y en vez de abrumarse por la intensidad que se viene, decidimos tomar una actitud de "yo puedo" y lo haré de la mejor forma que pueda. Es como si antes de comenzar nuestro día, fuéramos a la base de datos de nuestra psiquis y diseñáramos un programa de funcionamiento óptimo. En ese programa, escribimos el siguiente logaritmo: hoy voy a disponer mi actitud hacia el éxito, no me voy a pedir más de lo que puedo dar, no me voy a sobre exigir, pero tampoco me voy a engañar. Ocuparé mi Browser a toda capacidad y bajaré de mi sistema operativo todos los recursos que he desarrollado en mi vida para llevar a cabo lo que me proponga.

Esta decisión ya tiene un primer gran resultado. Es pequeño, pero significativo. Primero que todo, y como arranque, logramos levantarnos de la cama con una sensación de emoción, de anticipación. Comenzamos a visualizar las diferentes tareas que nos hemos propuesto. Poco a poco el día se nos va haciendo más claro y por ende, más manejable. Ya no se siente tan pesado. Comienzan a desplegarse todas nuestras destrezas como planificadores. Hacemos una llamada por acá, escribimos un email por allá, ordenamos, gestionamos y como es de esperar recibimos respuestas. 

Lo curioso resulta cuando llegan esas respuestas y como por arte de magia se van acoplando a lo que nos habíamos propuesto desde un principio. Pareciera ser que el simple hecho de decidir tomar una actitud positiva frente a nuestra cotidianidad nos predispone a tomarnos la vida desde una mayor consciencia de lo que estamos haciendo y por ende estamos más atentos a lo que nos rodea y en especial a las oportunidades que se nos van presentando, ya que a veces nuestra actitud más "depresiva" nos obnubila y no vemos aquellos caminos que están justamente al frente de nuestros ojos.

De alguna manera, días como esos nos dicen que podemos mejorar, podemos enfrentarnos a nuestras vidas desde una actitud de superación, y sobre todo de satisfacción interna. Sólo nos toma un momento crucial en el que nos damos cuenta que el cambio no sólo es posible, si no que también deseable.

martes, 22 de septiembre de 2015

Brain Rules

La página que les comparto acá:  http://www.brainrules.net  es la página web del autor de "Brain rules" y "Brain rules for babies", John Medina. Por ahora está sólo en inglés, aunque sus libros están disponibles en español. 

Les cuento que John Medina es un biólogo molecular que se ha dedicado a la academia en Estados Unidos. Él se describe a sí mismo como una persona muy lúdica, pero como un científico cascarrabias, por lo que no acepta tomar en consideración estudios que no hayan sido replicados. Es decir, para que él considere en sus conclusiones algún estudio, éste debe haber sido efectuado en un grupo en un lugar "x" y luego en otro grupo en un lugar "y". Lo que añade al estudio un cuerpo de datos con más consistencia para desarrollar conclusiones.

A pesar de tener una mirada bien académica, es decir, técnica, con muchas referencias a aspectos bioquímicos del funcionamiento del sistema nervioso, el autor logra poner en una perspectiva muy asequible los conocimientos de manera tal que uno puede hacerlos suyos y mejor aún, aplicar a la vida cotidiana. Para nada aburrido, de hecho hay una referencia "chistosilla" cada 3 páginas.

Temas como el sueño, el ejercicio, el estrés, la música, la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo, los sentidos, cómo procesamos la información, entre otros son temas que se desarrollan en su libro "Brain rules". Ahora para todas aquellas familias que están recién comenzando su camino, "Brain rules for babies" es un imperdible. Hay un cuerpo de datos maravillosos, todos respaldados, que sirven para tomar las mejores decisiones de crianza. Un muy lindo ejemplo de ello es la educación musical de nuestros hijos. Dice el autor que cuando le preguntan los padres en sus charlas, cómo deben estimular a sus peques para que entren en las mejores universidades, su consejo es simple: "ahorre para clases de música y procure tener una relación de pareja sana". Pan pan, vino vino.

El terremoto y los niños.

Estamos en un Chile agitado. La tierra no deja de moverse y como Chilenos y habitantes de este largo país hemos ido aprendiendo a manejarnos en las situaciones de emergencia que nos plantean temblores, terremotos, maremotos, réplicas, incendios y lluvias. 

Como psicóloga, me conmueve la resiliencia de un país y la capacidad de las familias tanto chilenas como extranjeras de sobreponerse a las inclemencias de la madre tierra y levantar sus hogares y sus vidas. 

Me sorprenden sobre todo los niños y adolescentes. Ellos nos ven a los adultos y miran a su alrededor en búsqueda de respuestas: "¿cómo es que debo reaccionar?". Ya muchas mamás, papás, abuelos y en general, cuidadores, saben que los niños van a reaccionar de acuerdo a cómo ven que los adultos que están con ellos reaccionan. La reacción de nuestros niños es una extensión de nuestras propias reacciones. Si ellos ven reacciones de estrés y ansiedad, lo más probable es que repliquen dicho patrón. Es por esto que muchos adultos ya han manejado sus ansiedades y logran mantener la calma y así traspasar esa calma a sus pequeños. Esa calma viene desde el aprendizaje que nos ha entregado la experiencia. Saber que debemos desplazarnos hacia un lugar seguro donde haya menos probabilidad que nos caiga alguna objeto y taparnos la cabeza con los brazos, por ejemplo. En algunos casos, especialmente en edificios, abrir la puerta de entrada y en zonas de potencial tsunami, dirigirse hacia los lugares señalados como seguros por la autoridad.

Las autoridades competentes han logrado llegar a la comunidad difundiendo cuáles son la medidas de protección y seguridad que la población debe manejar. Una mención especial merece el Ministerio de Desarrollo Social con su video inclusivo (apto para sordomudos y no videntes), disponible en su página de Facebook (Vídeos Inclusivos sobre qué hacer en caso de #sismo....).

Los psicólogos no se quedan atrás porque no sólo se trata de saber qué hacer en términos técnicos sino también de cómo lidiar con esta sobrecarga emocional, especialmente con referencia al miedo. El miedo nos sobrepasa con un cúmulo de sensaciones desagradables frente a la presencia de un peligro real o imaginario. En el caso particular de lo que sucede en el país, lo real está el terremoto y el sinfín de réplicas, así como en lo imaginario, en no saber si habrán más movimientos, si llegará ayuda, etc. Lo importante es saber que la ocurrencia del miedo es completamente normal y que lejos de avergonzarnos o "asustarnos" del miedo, hay que acogerlo. Esto se traduce en hablar con los niños con especial sinceridad, pero sobre todo entregarles un espacio en el tiempo en donde ellos puedan hablar sobre lo ocurrido, lo que sintieron, lo que creen que pueda suceder en el futuro. Esta conversación tiene la particularidad de abrir caminos de nuevos aprendizajes, puesto que podemos aclarar dudas o malos entendidos, además de brindar un espacio donde se puedan sentir seguros tanto de los adultos que los rodean como de ellos mismos. Hablar, siempre hablar.

Nuestros grandes aliados para propiciar estos espacios son los profesores y el grupo social en el colegio. Muchas conversaciones se dan con los compañeros, incluso en la sala, la profesora o profesor le pedirá a los niños que hablen si así lo desean. Ahora esto no nos libera a nosotros como cuidadores de hablar directamente con ellos, pero nos entrega una puerta de entrada: "¿qué dijeron en el colegio sobre el terremoto, amor?".

Para más información, los invito a ver el video en Youtube subido por la Sociedad Chilena de Psicólogos en Emergencia y desastres "Recomendaciones para niños expuestos a emergencias y desastres".

jueves, 10 de septiembre de 2015

Psicóloga Sofía Carrasco ¿Quién soy?



¿Quién soy yo? Me sentiría más cómoda preguntándole a los bien aventurados que llegan a sentarse a mi sillón negro esta pregunta, pero si quiero hacer honor a mi coherencia, acá va la respuesta.

Soy una mujer en sus treinta y tantos que por diversas circunstancias de la vida, me ha tocado en esos pocos años (dijo la jovencita, jajaja) vivir muchas experiencias: duelos y pérdidas, ser mamá joven, enfrentar el cáncer, vivir en otro país, desafiar al sistema económico y alimenticio de esta sociedad, entre otras cosas más. 

Dice Jay Haley, destacado terapeuta del grupo de Palo Alto que siempre es mejor acudir a un terapeuta con "vida", o sea, que haya pasado y experimentado la vida por sí mismo, pues más allá de aplicar teorías, en un espacio terapéutico buscamos conectarnos para sanar nuestras heridas. Ahora bien, como lo plantea Séneca en su "De la brevedad de la vida", no sabe más aquel por sus canas, porque el tiempo no es el que te da la experiencia, sino que la experiencia viene a nosotros en la medida en que aceptemos el desafío de prestar atención a nuestras vidas y vivir "a concho" lo que el destino nos depara. Si llega la maternidad, seremos madres con todo lo que ello conlleva: los reproches, los abandonos, los errores, así como la capacidad de experimentar la felicidad plena, el amor incondicional, aprenderemos a aceptar con total vehemencia esta experiencia y el abanico con que interpretaremos esta vivencia será más amplio.

Mi formación como psicóloga ha estado marcada por la mirada sistémica, siendo grandes influencias en mi trabajo en clínica la escuela de Palo Alto y recientemente el enfoque centrado en soluciones. En resumen, cuando un terapeuta trabaja desde el paradigma sistémico, lo que quiere decir es que su foco de interés estará puesto no sólo en la vivencia psíquica de aquel que consulta, sino también en lo que lo rodea: pareja, familia, hijos, trabajo, escuela y en la compleja red de interacciones que se producirá entre estos micro mundos. La conexión que yo busco particularmente con una pareja, una familia o un individuo es justamente poder visibilizar el mapa completo para que una persona, familia, pareja pueda discernir dónde le es más conveniente trabajar terapéuticamente.

El modelo centrado en soluciones es una espléndida herramienta para visibilizar nuestra vida, pero sobre todo visualizar -o bien imaginar- qué queremos construir para un futuro libre de problemas y lleno de proyectos. A menudo, los problemas que la vida nos depara se hacen tan opresores que nos cuesta ver un mañana soleado. La mirada centrada en soluciones puede llevar a una persona, pareja o familiar a ver más allá de sus problemas actuales y ver la luz al final del día. Esta mirada siempre me sube el ánimo, -por esto es que cada vez me gusta más mi trabajo- porque puedo conectarme con alguien desde la compasión, libre de enjuiciamientos y compartir aquel momento en que se abren los caminos hacia las soluciones: en vez de ver depresión, vemos un camino de autoconocimento, en vez de anorexia, vemos una capacidad de autocuidado y cada uno de los involucrados va integrando salud y bienestar a sus vidas. Ese siempre es un buen día para todos.

Estudié psicología clínica en la Universidad Central de Chile. Y me he especializado en varios temas, entre ellos el psicodiagnóstico clínico en agresiones sexuales, gracias a un diplomado en la Universidad de Chile. Eso quiere decir que tengo dominio de varios test psicológicos como Rorschach, pruebas gráficas, pruebas de inteligencia como WAIS y WISC. A veces sirven y otras no, por lo que siempre converso abierta y honestamente con la gente que me consulta sobre ellos para que puedan tomar una decisión certera. Últimamente finalicé mi programa de formación en modalidad tutoría para acceder a la acreditación por parte del colegio de psicólogos de Chile. Básicamente, esto quiere decir que estudié un modelo específico de psicoterapia -el Centrado en soluciones, del paradigma sistémico- e hice terapia bajo la mirada de un psicólogo supervisor que va entregando una retroalimentación para que uno vaya mejorando su técnica.

Esa soy yo en breve, soy MUUUUUCHO más que eso, pero para que usted pueda imaginar a quién tiene en frente mientras se acomoda en mi sillón negro, ese es un comienzo.

Si quieres comunicarte conmigo, te dejo más abajo mi contacto.

Sofía Carrasco Moraga.
email: sofiadaniela21@gmail.com
wassap: 569-77069465